martes, 29 de enero de 2013

Cuatro puntos para acabar con la inflación

Uno de los más graves problemas de la economía mundial es la inflación, que consiste en la abundancia de papel moneda en relación con los bienes que existen en el mercado.

Es necesario hacer notar que la causa pricnipal de la inflación no son los trabajadores al pedir aumento de salario, ni los empresarios al elevar los precios de sus artículos: estos fenómenos son más bien consecuencia de la inflación.

La principal causa de la inflación es la abusiva emisión de papel moneda por sus gobernantes. Uno de los ejemplos más palpables es la super emisión de dólares.

Para cubrir sus excesivos gastos, el gobierno norteamericano ha emitido papel moneda por arriba del crecimiento de su producción nacional.
La causa de inflación en varios de los estados iberoamericanos es semejante. No es debido a factores externos, ni siquiera a los Estados Unidos, cuya inflación se ha reflejado principalmente en Europa, sino al abuso interno que han hecho los gobiernos con la emisión de papel moneda para cubrir déficits gubernamentales, causados por un sinnúmero de gastos que no se han traducido en una producción eficiente.

Decía con acierto Lenin que la mejor forma de destruir la civilización occidental sin disparar un solo tiro es desquiciar su moneda, es decir, producir la inflación.

La inflación tiene efectos materiales y psicológicos tremendos. Al no saber un pueblo qué podrá comprar con la moneda en un futuro cercano, no ahorra, ni le interesa producir, pues el fruto de su trabajo será retribuido en un papel moneda que no tiene valor estable.
No hay ninguna medida coercitiva que pueda ser eficaz contra la inflación. El control de precios, usado por algunos gobiernos, en lugar de aliviar la inflación agrava la situación y trae como consecuencia el mercado negro y la escasez.

La inflación es un fenómeno que va agudizando sus efectos a través del tiempo, y la única forma de detenerlos es con las siguientes medidas:
1º La reducción, por parte del gobierno, de sus gastos, así como la supresión o venta de todas aquellas empresas que le producen pérdidas.
2º La limitación en la emisión de papel moneda, cosa que no podrá hacer el gobierno si no reduce sus gastos, como señalamos en el punto anterior.
3º Estimular a las empresas para que aumenten y mejoren su producción, asegurándoles el respeto de sus propiedades y negocios.
4º No establecer el control de precios. Es preferible encontrar un producto a precio elevado, que no encontrarlo. El control de precios trae en la mayoría de los casos, la escasez del producto controlado. 
Por Luis Pazos en http://www.luxdomini.com/_ap/latinoamerica/socialismo/contenido1/iberosol10.htm

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