por Pablo Coelho
El maltrato psicológico no deja huellas ni moretones y afecta tanto a mujeres como hombres, niños como ancianos, personas con discapacidad o casi cualquier categoría de persona.
Quien maltrata recurre a insultos, ofensas, amenazas, críticas destructivas, gritos, gestos de indiferencia, descalificaciones, agresiones, malos modales intencionales, desprecios, y/o humillaciones.
En una relación saludable no existen los maltratos emocionales: todo lo contrario, existe el respeto, el amor y la comprensión hacia el otro, la disposición para apoyarlo, para integrarlo a un equipo, incluirlo como compañero de estudios o de trabajo e incluso como amigo.
Este tipo de violencia aunque no incluya golpes ni otras agresiones físicas es una forma de violencia que hace muchísimo daño emocional. Son conocidos los casos de violencia de género o de "bullyng" (acoso escolar), de violencia de género o de acoso laboral, pero este tipo de violencia puede abarcar cualquier ámbito de la vida y a cualquier persona y actúa muchas veces sin que los actores ni su entorno cercano lo adviertan hasta que es tarde.
Hagamos un exámen de conciencia, reconozcamos si en nosotros o alguna persona de nuestro contexto familiar, escolar o laboral habita un violento emocional o una víctima de esta violencia y, en tal caso, busquemos ayuda o brindémosla.
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